Libre e inmortal



Desterrado y condenado por los dioses,
a universos de contraste e infortunio,
arrastré en mi espalda las edades,
de memorias no entregadas al demiurgo.

En el algebra perfecta del esteta,
hoy yo tejo artilugios del espacio,
variaciones que se elevan victoriosas,
desbordando horizontes y facetas.

Cincelados arquetipos del pasado,
como rocas obscecadas de Sísifo,
hoy convergen tendenciosas a mi juicio,
a intentar encadenar mi albedrío.

En la inercia inmemorial de eternidades,
de pulsión de realidades que no mutan,
la prisión prefabricada para esbirros,
no detiene a mi alma que ya es libre.

No hay condena que limite mis dominios,
ni calabozo que encadene mis delirios,
explorando dimensiones con mi mente,
taladro códigos alienados de materia.

La invisible arquitectura de la nada,
es el reino donde preñan mis visiones,
donde masa y gravedad son solo tela,
donde hebra solitario, mi yo demiurgo.
.
.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario