Escombros
Después del eclipse de sueños
entre los escombros de la mirada
aún llueven lágrimas de fuego
en el holocausto de mis ojos
Mientras mi alma se debate atribulada
entre nostalgias de futuros improbables
los delirios se derrumban cual cascadas
entre el sonido de las auras y su augurio
La sangre arde en la fricción de la memoria
y las heridas se eternizan como estigmas
mi voz ahoga el silencio del horror
en la incunábula de rosas sin espinas
El cielo se agrieta entre rayos y estertores
pero en mi centro aún palpita un sol perpetuo
en la garganta del jaguar de media noche
aún no se escucha el látigo de su último rugido.
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