Pulso Distante



Pulso Distante


Busco,

en la frialdad de una línea verde,

en el envés de su noche involuntaria,

en el sonido lento, impersonal,

de un monótono pulso...


Escucho,

pero solo percibo la ausencia

en ese sonido constante,

en la espera sin hora,

en ésta casa vacía,

con la luz apagada...


Lo sé,

su regreso es promesa,

se fue lejos sin equipaje,

como deseando pronto volver,

pero olvidando el camino de retorno...


Lo intento,

le cuento mil historias,

también algunas mentiras,

me río del absurdo pasado,

y a veces mis lágrimas oculto...


¡Diablos!,

no hay beso que valga,

su sueño está hechizado,

no hay conjuro de voz,

que despierte su letargo...


Tiempo,

te deslizas hambriento,

como incendio con prisa

que va consumiendo su cuerpo,

el silencio se vuelve de piedra,

y su peso hunde mi ánimo...


Marzo,

ya casi es un año,

los pájaros celebran el equinoccio,

el sol se cuela hasta su rostro,

alucino ver sus párpados abrir,

la sorpresa inunda mis ojos,

de pronto su boca susurra:

“humm…¿quién es usted?"

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Trinidad



Trinidad

Somos tres
siempre somos tres

Cuando duermes en mi regazo
y te observo imaginado tus sueños
Somos Tu, Yo y el Silencio

Cuando el amor nos abrasa
e ignoramos el tiempo y el espacio
Somos Tu, Yo y la Pasión

Cuando viajamos juntos
y la civilización se desvanece detrás
Somos Tu, Yo y el Camino

Somos tres
siempre somos tres

Cuando huimos de la tierra firme
en busca de horizontes líquidos
Somos Tu, Yo y el Mar

Cuando la gravedad no nos detiene
y el entusiasmo nos vuelve torrente
Somos Tu, Yo y el Aire

Cuando la distancia nos aparta
pero la lejanía no logra separarnos
Somos Tu, Yo y el Deseo

Somos tres
siempre somos tres

Cuando nuestros sueños se atrasan
pero no desistimos en aspirar a ellos
Somos Tu, Yo y el Futuro

Cuando sentimos el pulso de la vida
y seguimos la cadencia de su sonido
Somos Tu, Yo y la Música

Cuando la tristeza nos toca
pero juntos logramos sostenernos
Somos Tu, Yo y la Resistencia

Somos tres
siempre somos tres

Pero cuando no podamos ya estar juntos
quedará para cada cual todo lo compartido
aquello que en nosotros cobró vida y significado

Y entonces aun seremos tres
Tu... Yo... y la Memoria.


Trinity

We are three
We are always three

When you sleep in my lap
and I observe you imagined your dreams
We are You, I, and the Silence

When love burns us
and we ignored time and the space
We are You, I, and the Passion

When we traveled side by side
and civilization fades away behind
We are You, I, and the Road

We are three
We are always three

When we fled away from the firm ground
in search of liquid horizons
We are You, I, and the Sea

When gravity does not stop us
and enthusiasm turns us torrent
We are You, I, and the Air

When the distance sets us apart
and the absentia is not able to separate us
We are You, I, and the Desire

We are three
We are always three

When our dreams get delayed
but we did not desist in aspiring for them
We are You, I, and the Future

When we felt the pulse of life
and we obeyed the cadence of his sound
We are You, I, and the Music

When sadness touches us
but together we achieved to sustain ourselves
We are You, I, and Resistance

We are three
We are always three

But when we are no longer able to be together
all what's shared will remain for each one
that which in us came alive and meaning

And then still we will be three
You ... I ... and the Memory.

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El Periscopio de tu Belleza.

Soñé que te penetraba.
Flotaba inmerso dentro de tu mirada,
como explorando en una cueva.
No era en si un espacio cerrado,
en el no sentía claustrofobia.
Era el túnel transparente de tu visión,
como periscopio panóptico de la belleza,
Un eco gráfico dibujado desde el exterior,
que en fuga se filtraba por tus ojos,
y modulaba tu percepción mimética.
En ese continuo de la vida que fluía,
te respiraba y percibía en la hierba,
en el color hipnótico de las flores,
en la sutil música que en mi resonaba,
en el despliegue mórfico de las nubes,
en la arquitectura curva de las formas.
Un aliento cálido como oleaje invisible,
parecía invitarme hacia tu interior.
No importaban los puntos cardinales,
avanzaba lentamente en espiral.
Me deslizaba por escaleras simétricas,
senderos de piedra, musgo, y tierra húmeda.
Había un cierto hechizo en todo ello.
Un diorama multicolor de percepciones
que creaba un bioma seductor y perfecto.
Los hologramas se deslizaban marginales
y yo me maravillaba de todo lo que veía pasar.
Sin tener noción del tiempo,
recorrí todo el singular trayecto,
y descubrí más allá de él,
que un paraíso te habitaba.
Recorrí tu belleza acumulada,
y después me recosté sin prisa
en la grama de tu naturaleza.
No se si pasaron horas o días,
pero tomé conciencia de la metáfora.
En la lógica del sueño comprendí,
que habías abierto tu puerta interior,
y que me regalabas lo mejor de ti,
porque había rozado tu alma,
porque en ti había besado,
algo más que tu piel y tu boca.
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Excepciones y correlaciones.

Art by Yu Sugawara



Excepciones y correlaciones.


No todas las noches son para dormir

No todos los sueños habrán de despertar

No todos los días se extinguen al terminar

No todos los recuerdos buscan regresar

No todos los miedos son irracionalidad

No todas las caricias son para la piel

No todo el amor se muestra como tal

No todo el dolor es necesariamente un mal

No todas las lágrimas alcanzan a brotar

No todos los ríos llegan hasta el mar

No todo el aire se puede respirar

No todos los caminos sirven para llegar

No todos los viajes nos mueven de lugar

No todos los adioses nos han de separar

No todos los pasos nos hacen avanzar

No todo lo perdido se ha de reencontrar

No todas las distancias se miden por igual

No todos los hombres persiguen la felicidad

No todas las voces se escuchan al hablar

No todas las palabras sirven para comunicar

No todos los rostros tienen una identidad

No todos los ojos abiertos pueden observar

No todas las miradas se pierden en la oscuridad

No todos los misterios se agotan al descifrar

No todos los fuegos iluminan con intensidad

No todos los que viven lo pueden notar

Pero a veces se oculta un universo espectral

en la silueta invisible de la excepcionalidad.
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Perder el juicio


Perder el juicio.

El joven Cigol estaba confundido, sabía que algo en él iba mal, aunque en el fondo se sentía bien. Su propia madre le había denunciado ante el Consejo de Orden Civil del Estado. Desde pequeño se le había adoctrinado en que la mentira era el lubricante de la sociedad. Las había inocentes, necesarias, convenientes, funcionales, lúdicas, mitológicas, sacras, históricas, diplomáticas, políticas, curriculares, y un largo etcétera. Todas perfectamente compendiadas en el Manual del Ciudadano Moderno. Sus padres comenzaron a sospechar de su anomalía mental, cuando empezó a cuestionar —y aun a rebelarse— a las mentiras más tradicionales de la religión única, con su dios único y avalada por el estado único. Estaba nervioso, sus manos sudaban profusamente. Se encontraba metido en un gran problema, conocía la dureza de la corte. Faltaban tan solo minutos para ser sometido por el Consejo a una prueba poligráfica con el detector de verdades, luego, seguiría el juicio y el dictamen inapelable del juez. Después de dos horas de un exhaustivo interrogatorio de los especialistas —analizando sus respuestas emocionales en las pupilas y en el lóbulo prefrontal—, el dictamen estaba listo para iniciar su juicio sumario.


El juez, dirigiéndose al jurado en pleno y al acusado, inició exponiendo el caso.


—El Estado contra Cigol Erup. Es de todos conocido y aceptado que nuestra sociedad ha encontrado el equilibrio evitando los peligros y el sufrimiento innecesario que la verdad como tal acarrea. La realidad es, como hemos decidido que sea para beneficio de todos. No hemos resuelto los problemas graves de la sociedad, pero hemos logrado que no nos afecte, de tal manera que el sistema social se mantenga funcional, y los ciudadanos acepten su condición sin generar hostilidad hacia el estado o sus semejantes. Nuestra estabilidad como sociedad requiere que las mentiras diseñadas, sean aceptadas sin cuestionamientos. El acusado, ha sido diagnosticado por el test veritas, concluyendo que hay un rechazo consistente a las mentiras más convencionales. Por lo cual el estado solicita al gran jurado, el confinamiento indefinido del acusado, y ordenar una investigación sobre las causas de semejante anomalía. El acusado ahora tiene la palabra para abogar en su favor, en descargo de las acusaciones.


Cigol, con un rictus de enojo en la frente —dando un paso hacia adelante— tomó la palabra.


—Sr. Juez, puedo entender la lógica de sus planteamientos aunque no estoy de acuerdo con ellos. Si tuviese que aceptar las normas de esta sociedad de la mentira, al menos les pediría que fuesen más creativos y que no insultaran a mi inteligencia. Pero sé que es pedir demasiado. Rechazo categóricamente el test veritas y su dictamen — porque si es correcto— estaría usted apelando a la verdad, y usted tendría que estar siendo enjuiciado junto conmigo. No puede usted acusarme de una falta que usted comete al mismo tiempo.


Los jurados se miraron entre ellos consternados, y las murmuraciones fueron elevándose en intensidad mientras dialogaban.


—Su señoría, —dijo el representante del jurado alzando la voz— Creemos que el acusado tiene razón en su reclamo.


El juez se paró como un resorte mostrando sus ojos desorbitados de ira, y usando su derecho de veto, declaró al acusado culpable y ordenó que el jurado fuese sometido a evaluación también.


Era demasiado tarde, la infección de la lógica se esparcía como reguero de pólvora encendida...

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