Haikus
(para servir en plato frio)
En tus silencios,
mi voz ardiente de amor,
fue boomerang.
Buscaba el soma,
un espejismo en llamas,
bajo tu ropa.
Crudo vértigo,
el hambre de tu cuerpo,
crisol de fuego.
Quise conocerte,
vi en tus ojos una ballerina,
me fue suficiente.
Deseé seguirte,
até mi barca a la tuya,
entré en la niebla.
Fuego a discreción,
armada de mentiras,
era tu guerra.
Hoy me dí cuenta,
no podrás volver a mí,
nunca llegaste.
Demasiado frío,
en tu cuerpo de hielo,
esculpo el vacío.
Huía del amor,
tu frágil piel en llamas,
fue mi escondite.
Soñé despierto,
intenté hacerte el amor,
cuerpo sin sombra.
Ya no hay espera,
fingir ser invisible,
trébol sin hojas.
Partí el silencio,
con el eco de tu voz,
una quimera.
Aún esperas,
corazón hecho polvo,
reloj de arena.
Recuerdo triste,
fantasma en el ático,
insomne ente.
Incendias mi piel,
derrites el invierno,
piromaniaca.
Bóveda negra,
terciopelo nocturno,
materia oscura.
Fuga en la noche,
pupilas dilatadas,
falaz escape.
Letal obsequio,
infierno autografiado,
boleto incluido.
Fue tu amor de miel,
trampa lumen de neón,
apocalipsis.
Besos humedos,
abrazo lujurioso,
mantis pagana.
Lamí tus senos,
bese tus labios taboo,
monte de venus.
Cuerpo desnudo,
noche de satín negro,
exhuberancia.
Silencio y notas,
tu cuerpo mi pautado,
bel sinfonía.
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(haikus actualizandose constantemente)