Una última lágrima,
brota de sus ojos quietos,
para humedecer su piel,
seca de caricias...
Un escape final,
de su prisión sin muros,
mientras su mente volaba,
con las alas en llamas...
Un cuerpo ligero,
se hundió sin sentido,
en el mar invisible,
de su dolor interno...
Una canción lóbrega,
a contrapunto del viento,
para evocar su memoria,
llena de amor vacío...
Un leyenda nueva,
para el teatro social,
con pista de soul,
e ironía incluída.
Una vez más,
nos queda el silencio,
de una voz con alma,
intoxicada de vida...
.