Llegas a mi...
como viento envolvente,
que fluye voluntarioso,
como murmullo cálido,
de aliento que insufla vida,
a través de las hojas secas,
en mi bosque silencioso,
atento ya solo al sonido,
de animales y bichos nocturnos,
despertando memorias latentes,
de sueños forestales dormidos,
en un territorio desolado,
que ya se perdía en el olvido...
Me llamas...
con resonancia de caracola,
con fértil voz que abre mis accesos,
como el eco enamorado
de un poema perdido,
que desanuda en rizomas,
viejos nudos gordianos.
Con palabras líquidas templadas,
que despiertan mis sentidos,
rescatando el símbolo y signo,
del amor y sus dominios,
que en la brega se perdieron ,
entre el polvo del camino...
Eres...
El misterio del amor que se revela,
en el dulce canto del tiempo destilado,
el poliédrico vitral multifacético,
donde todos mis secretos se reflejan.
Eres miel y veneno de mis noches,
el soma que alimenta mi deseo,
en ti mueren todos mis límites,
entre caricias y besos almendrados.
En el espacio ingenioso y sutil,
del sentimiento en un segundo eternizado,
la fricción del contacto húmedo,
nos proyecta a un universo erotizado…
Revives en mi...
Al centinela de lo imposible,
el ultimo augurio del destino,
como serpiente plateada de nubes,
que alimenta tus sórdidos delirios.
Soy blasón iridiscente de estigmas,
del ritual inmemorial de los opuestos,
piel de visón que se funde en tu cuerpo,
y perpetua la cauda de los sentidos.
Soy soñador de tus sueños virtuosos,
como escondido polizón de tu mirada,
penetrando audaz tus espacios interiores,
simbiotizamos el amor en nuestro abrazo...
.
.
Felicitaciones Lyre, eres un poeta muy receptivo y sensible, este poema parece el suspiro de un lamento,el último estertor de un pez fuera del agua, el desgarro de un imposible ¿en qué te inspiras para crear?
ResponderEliminarGracias Beatriz.
ResponderEliminarEl amor, el dolor, la nostalgia, cualquier cosa de mi entorno, puede servir para crear, mezclandolo con un poco de imaginación y trabajo.