Ahora,
que nuestro camino
se volvio plural y silencio,
adagio de lo imposible,
historia sin futuro, sin epílogo,
me pides que te olvide,
que convierta mi amor
en sombra de la nada,
en fiebre ignorada,
en lagrimas de hielo,
que inaugure la ausencia,
la sed de la memoria,
la presencia del vacío,
la ceguera de mi mirada,
la negación de lo vivido.
¿Como olvidarte
si en mi oscuridad
llenas de ojos la noche,
y cada estrella me observa
reconstruyendo tu mirada?
¿Como olvidarme de ti,
si el sonido de tu voz,
secuestraba el silencio,
y lo tejía de rapsodias?
¿Como olvidarme de tu piel
Si en el abrazo desnudo
perdía su identidad etérea
y se fundía con la mía?
¿Como olvidarme de tu olor
si despertabas mis memorias,
las mas sutiles y escondidas,
que olían a bosque húmedo,
a tarde de abril, a poema de amor
a fruto prohibido?
¿Puedo acaso engañarme,
pensar que fue un sueño,
enterrarlo en el inconciente,
volverlo un símbolo dormido?
Tal vez fue tan solo un espejismo,
una alucinación del corazón,
un desvarío de la mente,
un eclipse del dolor,
una flor en el desierto.
Tal vez… Tal vez…
.
.
.
Tal vez
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